
La amenaza de Trump que se envió por error y desató un escándalo

Funcionarios de la administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, creen que una carta que desencadenó un conflicto con la Universidad de Harvard, pudo haber sido enviada por error, informó este viernes The New York Times, citando a fuentes con conocimiento de la cuestión.
La Casa Blanca envió la semana pasada un correo electrónico a la prestigiosa institución con una "lista actualizada y ampliada de demandas", en respuesta a una ola de protestas propalestinas que se han desarrollado en los campus universitarios del país. En ella, se advertía a Harvard que se debían cumplir con estas exigencias para mantener el apoyo financiero del Estado.
La institución rechazó las demandas, tachándolas de "excesivas e ilegales". Ante la negativa, el Gobierno retiró la financiación federal a la universidad y anunció la congelación de 2.200 millones de dólares en subvenciones plurianuales y 60 millones en contratos federales asignados.

No obstante, poco después de que se enviara la misiva, firmada por Sean Keveney —abogado general interino del Departamento de Salud y Servicios Humanos y miembro del grupo de trabajo sobre antisemitismo—, un funcionario informó a Harvard que se trataba de una carta "no autorizada" y que no debía haberse enviado, según dijeron dos personas consultadas por el medio.
Aún no está del todo claro dentro de la Administración por qué se decidió mandar la carta. De acuerdo con las fuentes, un grupo de funcionarios sostiene que se había enviado prematuramente, mientras que otro afirma que era únicamente para circulación interna.
Acusaciones mutuas
May Mailman, estratega política principal de la Casa Blanca, culpó a la universidad por no revisar el documento antes de hacerlo público. "Fue una negligencia por parte de los abogados de Harvard no llamar a los miembros del grupo de trabajo sobre antisemitismo con quienes habían estado hablando durante varias semanas", declaró al periódico, acusando a la institución de "emprender una campaña de victimización".
Por su parte, Harvard rechazó esta crítica, afirmando que la carta llevaba firmas federales oficiales. "Fue firmada por tres funcionarios federales, con membrete oficial, enviada desde el buzón de un alto funcionario federal y enviada el 11 de abril, tal como se prometió", precisó la institución.