
La segunda mujer más rica de Latinoamérica traza plan de sucesión para su fortuna

María Asunción Aramburuzabala, una de las empresarias más destacadas de México y la segunda mujer más rica de América Latina, está trazando su plan de sucesión para asegurar la continuidad y estabilidad de su imperio familiar.
A sus 62 años, edad que coincide con la que tenía su padre al fallecer, Aramburuzabala busca evitar que sus hijos enfrenten el caos que ella vivió tras la muerte de su progenitor. Para ello, ha incorporado a ejecutivos con amplia experiencia financiera para dirigir Tresalia Capital, la oficina familiar que fundó tras la venta del Grupo Modelo, reporta Bloomberg.
Desde que heredó la participación familiar en Grupo Modelo en 1995, la empresaria ha logrado multiplicar su fortuna hasta alcanzar aproximadamente 8.200 millones de dólares, consolidándose como una figura clave en los sectores de inversiones, bienes raíces, tecnología y finanzas.
Tresalia Capital, su firma de inversión, está estructurada en tres pilares: gestión de activos, capital privado y bienes raíces, y a lo largo de los años Aramburuzabala ha invertido en empresas como Santander, BBVA, Televisa, América Móvil y diversas 'startups' mexicanas.

El plan de sucesión de Aramburuzabala se ha materializado con la contratación de perfiles de alto nivel, como Rodolfo Pérez, de Goldman Sachs, quien funge como director ejecutivo de Tresalia desde hace tres años, y Antonio González Anaya, veterano de Credit Suisse, incorporado durante la pandemia para dirigir el área de investigación. Además, el año pasado se unió al negocio Bruce Zimmerman, exdirector de inversiones de la oficina familiar de Ray Dalio, como nuevo CIO.
Según el reporte, estas incorporaciones buscan profesionalizar la gestión y preparar el terreno para que sus hijos, Pablo y Santiago Zapata Aramburuzabala, asuman el liderazgo total del grupo cuando llegue el momento.
Pablo ya ayuda a supervisar la división de capital privado de Tresalia y está siendo preparado junto con su hermano para tomar las riendas del legado familiar. La empresaria ha expresado en entrevistas su deseo de evitar una transición caótica y garantizar que el patrimonio se mantenga sólido y bien administrado, aprendiendo de las dificultades que enfrentó tras el fallecimiento de su padre.
En aquel entonces, en 1995, a falta de un hijo varón heredero, se formó un vacío en el liderazgo y empezaron a presentarse personas que querían aprovecharse de la situación y gestionar el negocio, poniendo en juego la participación familiar de María Asunción en Grupo Modelo, la cervecería Corona cofundada por su abuelo en Ciudad de México en 1925.