China nunca busca desafiar a ningún país ni ocupar su lugar, sino que se centra en que sus propios asuntos marchen bien, declaró el líder chino Xi Jinping, según la Cancillería del país, durante su reunión este jueves con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
"Que ambos países sean socios y amigos es una enseñanza de la historia y una necesidad de la realidad. Las condiciones nacionales de ambos países son diferentes, por lo que inevitablemente habrá algunas diferencias. Como las dos mayores economías del mundo, a veces también habrá fricciones, lo cual es normal", cita sus palabras el Ministerio.
"Círculo vicioso de represalias mutuas"
"Ante tempestades y desafíos, los jefes de Estado, como capitanes, deben mantener el rumbo y controlar la situación general, para que el gran barco de las relaciones chino-estadounidenses avance con estabilidad", declaró, comparando la economía china con "un océano infinito, con gran escala, resiliencia y potencial".
En este contexto, señaló que ambas partes deben concentrarse en los beneficios a largo plazo de la cooperación, y no caer en un "círculo vicioso de represalias mutuas".
Reacción de Trump
A su vez, el mandatario estadounidense declaró que la reunión "fue asombrosa". Trump añadió que fue un "conjunto extraordinario de decisiones que se tomaron".
Además, afirmó que ambas partes acordaron celebrar en el futuro una reunión bilateral y anunció los plazos. "Voy a viajar a China en abril, y él vendrá aquí en algún momento después de eso, ya sea a Florida, Palm Beach o Washington D.C.", dijo.
Las negociaciones entre los líderes de China y Estados Unidos, en la ciudad surcoreana de Busan, concluyeron tras prolongarse durante aproximadamente 100 minutos.
