Personal y equipo militar británico están siendo enviados a Bélgica para ayudar a reforzar sus defensas tras las incursiones de drones en su espacio aéreo, afirmó el domingo el jefe de las Fuerzas Armadas británicas, Richard Knighton, en una entrevista a BBC.
El principal aeropuerto de Bélgica, Zavantem, se vio obligado a cerrar temporalmente la noche del martes tras el avistamiento de drones en sus inmediaciones. También se detectaron drones en otros lugares, incluida una base militar.
"Hablé con mi homólogo belga esta semana y me preguntó si estaríamos dispuestos a apoyarlos. El secretario de defensa y yo acordamos a finales de la semana pasada desplegar nuestro personal y equipo en Bélgica para ayudarlos. Es importante aclarar que ni nosotros ni los belgas conocemos aún el origen de esos drones, pero les ayudaremos proporcionándoles nuestro equipo y capacidad, que ya ha comenzado a desplegarse para apoyar a Bélgica", anunció Knighton.
En el mismo contexto, el jefe militar sugirió sin presentar pruebas que es "plausible" que los ataques hubieran sido ordenados por Moscú.
La 'amenaza rusa'
Europa ha reactivado su narrativa antirrusa mediante una serie de acusaciones iniciadas a mediados de septiembre, cuando varios países reportaron incidentes con vehículos aéreos no tripulados. Polonia y Estonia se apresuraron a acusar a Rusia de violar su espacio aéreo con drones y aviones, respectivamente, sin proporcionar evidencias. Varsovia incluso amenazó con derribar cualquier avión o misil ruso que entre en su espacio aéreo.
A ese respecto, el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, denunció que Occidente, como de costumbre, "etiqueta a Rusia como enemigo sin molestarse en aportar hechos ni pruebas". "Y cuando las acusaciones resultan falsas, a nadie se le ocurre siquiera disculparse por difundir mentiras tan obvias", criticó.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que las "imprudentes e irresponsables" declaraciones de Occidente provocan "otra escalada muy significativa de la tensión" en la frontera rusa y son "peligrosas por sus consecuencias".
A su vez, el presidente Vladímir Putin afirmó que las élites gobernantes de Europa continúan sumidas en la histeria de que "la guerra con los rusos está a la vuelta de la esquina". Cuestionó que la mayoría de los ciudadanos europeos no comprende por qué debe temer tanto a Rusia o sacrificar sus propios intereses y adoptar políticas que claramente los perjudican, para confrontar al país euroasiático.
"¿De veras creen en lo que dicen, que Rusia se prepara para atacar a la OTAN? Es imposible creérselo, aunque intentan convencer a su propia gente", declaró. "Cálmense, duerman tranquilos, ocúpense de sus propios problemas. Miren lo que está pasando en las calles de las ciudades europeas", instó el mandatario ruso.



