Un futuro incierto para la reforma migratoria en EE. UU.
El Año Nuevo traerá un cambio en la hegemonía en la Cámara Baja de Estados Unidos, que pasará de los demócratas a los republicanos, lo que podría significar una mala noticia para los inmigrantes indocumentados.
Los republicanos han ganado más puestos en el órgano legislativo y han dejado a los demócratas sin la mayoría. Con ello cambia el enfoque del Congreso ante la reforma migratoria. El partido republicano intentará frenar su aprobación.
En cuestión de varias semanas el Congreso estadounidense pasará de tratar de permitir la legalización de jóvenes indocumentados a intentar negarles la ciudadanía a los hijos de personas que están ilegalmente en EE. UU.
Además, los republicanos preparan una legislación que reduzca el número de inmigrantes en Estados Unidos. Según Lamar Smith, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, si se aplican las leyes contra los trabajadores ilegales, se podrían “liberar millones de empleos para estadounidenses y residentes legales”.
Sin embargo, tal actitud no favorece al Partido Republicano ante el creciente número de votantes latinos para ganar la Casa Blanca y la mayoría del Senado en 2012.
Los demócratas mantienen el control del Senado y asumen el papel de defensores frente a la posible aplicación de medidas severas contra la inmigración. El problema es que el Partido Demócrata termina el año con dos fracasos en sus planes para aprobar la ley Dream Act, que habría otorgado a cientos de miles de jóvenes indocumentados la posibilidad de legalizar su situación. El fracaso ha llegado pese a que el presidente Barack Obama mantenía la reforma migratoria como uno de los propósitos principales de su legislatura.
El mandatario ha recibido un firme apoyo de los electores hispanos, que ahora esperan resultados de las promesas electorales de Obama. El jefe del Estado puede recurrir a la facultad del veto si al final le llega el proyecto de ley que niegue la ciudadanía a los hijos nacidos de indocumentados.
En esta complicada situación algunos expertos creen que lo único que le queda a la comunidad de inmigrantes ahora es presionar para que se genere un movimiento de derechos civiles que finalmente lleve a la legalización de esta parte de la población y a su integración a la vida cívica del país.