En Illinois triunfa una réplica del Dream Act nacional
Las dos cámaras de la Asamblea General de Illinois aprobaron en un día el singular proyecto de ley que contribuirá a que los inmigrantes indocumentados y sus hijos accedan a la enseñanza secundaria y superior a cuenta de fondos privados. 61 representantes —tanto demócratas como republicanos — votaron a favor, mientras 53 lo hicieron en contra.
El documento fue impulsado por la Coalición de Illinois para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados, cuya dirección definió su aprobación como “un paso importante hacia el reconocimiento de las contribuciones de los inmigrantes”. Fue apoyado por los rectores de 15 universidades, por las administraciones de colegios y otros organismos comunitarios.
El gobernador del Estado, el demócrata Patrick Quinn, también ha ofrecido su apoyo completo a la iniciativa. Advirtió que el Dream Act estatal “fortalece nuestro compromiso con la educación de todos”, luego de que anunció que la firmaría en los próximos días.
Según afirman los autores y los partidarios de la nueva ley, su implementación no supondrá ningún coste a los contribuyentes de Illinois, sino que creará un fondo de becas privado para estudiantes que no tienen acceso a los préstamos federales, estatales u otro tipo de ayuda financiera pública. La ley obligará a los encargados de admisión tanto en las universidades como en los colegios a que sean concientes de las oportunidades disponibles para los jóvenes indocumentados, y sepan cómo trabajar con este grupo de alumnos.
La propia comunidad estudiantil, especialmente los integrantes de la Alianza de Jóvenes Inmigrantes por la Justicia, ha celebrado la decisión que consideraron como un logro tangible y una victoria psicológica en su lucha.
El profesor Ronald Gochet de Los Ángeles, opina que lo sucedido en Illinois es un avance y que la comunidad indocumentada “ahora va a tener una posibilidad de ir a estudiar y ser parte de esa sociedad”. Fuera de este nuevo mecanismo, afirma, la falta de la capacidad financiera hace casi imposible para un importante sector de la población recibir la educación en Estados Unidos. Al mismo tiempo, agrega Gochet, “a nivel nacional lo que queremos y necesitamos como comunidad —no solo los estudiantes sin papeles— es una reforma migratoria”.