Corea del Norte acusa a EE.UU. de "terrorismo"
El supuesto atentado tenía el objetivo de desestabilizar la situación en la República Popular Democrática de Corea, sugieren las autoridades comunistas. No se hizo realidad porque lograron detener al ex tránsfuga, quien había regresado al Norte en el marco de un “operativo supersecreto”, adiestrado por los servicios especiales surcoreanos y estadounidenses.
Las acusaciones se fundamentan primordialmente en las declaraciones del propio tránsfuga, Jon Yong-chul, conocidas no solo a partir de los materiales de la pesquisa, sino también gracias a una rueda de prensa que tuvo lugar en Pyongyang el pasado 19 de julio. Aceptó ante la prensa su culpa y reveló los planes que tramaba junto a un grupo subversivo para hacer volar la estatua del prócer norcoreano.
Las fuentes de la ONU todavía no han confirmado que la organización haya recibido una misiva norcoreana al respecto. No obstante, el hecho ha sido anunciado por Agencia Telegráfica Central de Corea. La prensa oficial condenó la conspiración como un “acto del peor terrorismo de Estado”.
En 2011 EE.UU. excluyó a Corea del Norte de la lista negra de los países que financiaban el terrorismo, argumentando que no se habían registrado casos en los que el régimen hubiera financiado algún atentado. Al mismo tiempo el Departamento de Estado calificó a Corea del Norte de país que no participaba lo suficientemente en la lucha contra el terrorismo.