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Rusia se embarca en la construcción de su mayor buque de guerra desde la era soviética
La Marina de Guerra rusa ha lanzado su proyecto más ambicioso para la próxima década al aprobar un diseño de destructor de alta mar presentado por el Buró de diseños Sévernoye, en San Petersburgo.
Una vez defendido el concepto del proyecto, en 2-3 años será desarrollada la documentación técnica y el diseño de la nave, y serán definidas las armas que portará, informa este miércoles el diario 'Izvestia' remitiéndose a una fuente anónima de la industria militar rusa. Lo más probable es que el destructor sea armado en los astilleros Severnaya Verf, de San Petersburgo, pero el mando naval supremo todavía no ha tomado una decisión definitiva al respecto, señaló la fuente.
Con un desplazamiento de unas 12.000 toneladas, el nuevo superdestructor será el mayor buque de guerra diseñado y construido desde la época soviética. La última nave de gran desplazamiento fue construida dos años antes de la desaparición de la URSS, en 1989, cuando fue botado el crucero de misiles Piotr Velíki (Pedro el Grande) de propulsión nuclear. En 1998 esta nave se convirtió en el buque insignia de la Flota rusa del Norte y hasta ahora es el buque de guerra más grande (con un desplazamiento máximo de 26.190 toneladas) del mundo, con la excepción de los portaaviones.
"Se supone que el desplazamiento del destructor será igual o poco menor que el proyecto 1164 de cruceros de misiles clase Moskvá [buque insignia de la Flota rusa del mar Negro], es decir, con cerca de 12.000 toneladas. Se trata de una nave universal, capaz de cumplir misiones de ataque, antisubmarinas, antiaéreas e incluso antimisiles. Además, será capaz de brindar un apoyo a las tropas terrestres en las zonas costeras", precisó la fuente de 'Izvestia'.
El superdestructor estará dotado de misiles antibuque, misiles de crucero para ser lanzados contra objetivos en tierra, sistemas de defensa antiaérea y antimisiles, incluyendo el S-500 Prometey. Para combatir los objetivos subacuáticos estará dotado de un potente sonar y de torpedos antisubmarinos.
El único destructor de alta mar de la Armada rusa fue desarrollado en la URSS y pertenece al proyecto 956 clase Sovremenni. Desplaza 8.000 toneladas y está armado sólo con misiles antibuque clase Moskit y sistemas de defensa antiaérea, sin disponer de armas anti-submarino. El destructor requiere un cuidadoso mantenimiento de su planta propulsora, sobre todo respecto a la calidad de agua para sus calderas. Por lo tanto, desde la década de 1990 han quedado operativos solo 9 de estas naves.
"Nuestra Armada necesita un destructor de este tipo desesperadamente y su gran desplazamiento no debe llamar la atención. El principal destructor estadounidense de este tipo, clase Arleigh Burke, tampoco es pequeño: desplaza 9.648 toneladas, porta misiles de crucero Tomahawk y misiles antibuque Harpoon. Los 62 destructores clase Arleigh Burke disponen de defensa antiaérea superpotente, al estar provistos de sistema Aegis", indicó el funcionario.
En primer lugar, el nuevo destructor debería defender a portahelicópteros de clase Mistral, y en el futuro a futuros portaaviones nucleares.
Con un desplazamiento de unas 12.000 toneladas, el nuevo superdestructor será el mayor buque de guerra diseñado y construido desde la época soviética. La última nave de gran desplazamiento fue construida dos años antes de la desaparición de la URSS, en 1989, cuando fue botado el crucero de misiles Piotr Velíki (Pedro el Grande) de propulsión nuclear. En 1998 esta nave se convirtió en el buque insignia de la Flota rusa del Norte y hasta ahora es el buque de guerra más grande (con un desplazamiento máximo de 26.190 toneladas) del mundo, con la excepción de los portaaviones.
"Se supone que el desplazamiento del destructor será igual o poco menor que el proyecto 1164 de cruceros de misiles clase Moskvá [buque insignia de la Flota rusa del mar Negro], es decir, con cerca de 12.000 toneladas. Se trata de una nave universal, capaz de cumplir misiones de ataque, antisubmarinas, antiaéreas e incluso antimisiles. Además, será capaz de brindar un apoyo a las tropas terrestres en las zonas costeras", precisó la fuente de 'Izvestia'.
El superdestructor estará dotado de misiles antibuque, misiles de crucero para ser lanzados contra objetivos en tierra, sistemas de defensa antiaérea y antimisiles, incluyendo el S-500 Prometey. Para combatir los objetivos subacuáticos estará dotado de un potente sonar y de torpedos antisubmarinos.
El único destructor de alta mar de la Armada rusa fue desarrollado en la URSS y pertenece al proyecto 956 clase Sovremenni. Desplaza 8.000 toneladas y está armado sólo con misiles antibuque clase Moskit y sistemas de defensa antiaérea, sin disponer de armas anti-submarino. El destructor requiere un cuidadoso mantenimiento de su planta propulsora, sobre todo respecto a la calidad de agua para sus calderas. Por lo tanto, desde la década de 1990 han quedado operativos solo 9 de estas naves.
"Nuestra Armada necesita un destructor de este tipo desesperadamente y su gran desplazamiento no debe llamar la atención. El principal destructor estadounidense de este tipo, clase Arleigh Burke, tampoco es pequeño: desplaza 9.648 toneladas, porta misiles de crucero Tomahawk y misiles antibuque Harpoon. Los 62 destructores clase Arleigh Burke disponen de defensa antiaérea superpotente, al estar provistos de sistema Aegis", indicó el funcionario.
En primer lugar, el nuevo destructor debería defender a portahelicópteros de clase Mistral, y en el futuro a futuros portaaviones nucleares.
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