Aunque puede ser difícil entender qué valor tienen unos payasos, 200.000 rarezas naturales en vinagre, pan, el pelo de 16,000 mujeres, falos, fideos instantáneos o unos cráneos, los museos más extraños del mundo no preguntan, ni explican. Simplemente existen y reciben cada día más visitantes que no paran de sorprenderse.
