Suecia y Noruega entregan el premio Nobel en su 110º aniversario
Este sábado las capitales de Suecia y Noruega acogieron las ceremonias solemnes de entrega del Premio Nobel, en el día del fallecimiento de Alfred Nobel en 1896, que este año marca el 110º aniversario desde su fundación.
Los afortunados
El rey Carlos Gustavo de Suecia entregó los Premios Nobel 2011 de Física, Química, Medicina, Literatura y Economía en una ceremonia que se celebró en el mítico Konserthuset (Sala de Conciertos) de Estocolmo, la capital sueca, ante 1.570 invitados. Al acto solemne también asistieron casi todos los miembros de la familia real.
Los primeros Premios de Nobel se entregaron el 10 de diciembre de 1901, en el quinto aniversario del fallecimiento de Alfred Nobel, el industrial que funcó estos premios. El rey Carlos Gustavo entregó este sábado a los laureados del premio más famoso del mundo, la medalla y el diploma, con la imagen de Alfred Nobel, y también los 10 millones de coronas suecas (1,1 millones de euros o 1,4 millones de dólares) con que está dotado el galardón en cada una de las diferentes categorías.
El presidente del Consejo de la Fundación Nobel, Marcus Storch, destacó en su discurso inaugural que para hacer frente a los desafíos que vive la Humanidad, tales como la crisis financiera o el cambio climático, son necesarias la ciencia y la creatividad, que dependen, entre otros factores, de la educación.
Entre los trece premiados se encuentran los estadounidenses Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adan Riess en Física; Dan Shechtman en Química, y los norteamericanos Thomas Sargent y Christopher Sims en Economía. Todos ellos siguieron hoy el estricto protocolo que rige el acto, nota dominante de la ceremonia, en la que los laureados no pueden hablar y, en el momento de recibir el premio, deben limitarse a hacer sólo tres reverencias: al rey, a los académicos y al público.
Un premio Nobel póstuma, por primera vez en 110 años
Ralph Steinman, un inmunólogo canadiense de origen judío e investigador en biología celular de la Univercidad de Rockefeller (Nueva York, EE.UU.), falleció el 30 de septiembre, horas antes de que supiera que había sido distinguido con el Premio Nobel de 2011 de Medicina y Fisiología por sus logros como inmunólogo y “su descubrimiento de las células dendríticas y su papel en la inmunidad adaptativa”.
Al mismo tiempo que la Universidad Rockefeller anunciaba que había sido galardonado con el Premio Nobel de Medicina, informaba de su defunción el pasado 30 de septiembre de 2011.
Steinman lo comparte con el estadounidense Bruce Beutler y el franco-luxemburgués Jules Hoffman. Steinman falleció antes del anuncio del premio, pero su fallecimiento se conoció a posteriori, de ahí que la Academia haya decidido mantener el galardón, que recogió su viuda Claudia de manos del rey Carlos Gustavo.
La fundación Nobel había considerado retirar la decisión del comité, porque no se permite entregar el premio a una persona muerta, según reza en el testamento de Alfred Nobel.
Un regalo navideño para los suecos
Entre los premiados destaca este año el poeta sueco Tomas Traströmer. Los ciudadanos de Estocolmo vivieron con pasión la entrega del Nobel de Literatura a su compatriota de 80 años, el primer sueco que recibe el galardón en 37 años. Traströmer cosechó unas de las ovaciones más importantes y cayó en Suecia como un regalo navideño. Desde su silla de ruedas, Tranströmer, aquejado de una apoplejía, fue el protagonista de la parte más emotiva de la ceremonia, cuando llegó al centro del escenario para recoger su Nobel.
El poeta entró en el particular panteón de los escritores merecedores de tal honor gracias al carácter extraordinario de su obra -que consta de no más de 500 páginas escritas a lo largo de medio siglo-, que ha sido traducida a unos sesenta idiomas de todo el mundo.
La lucha pacífica de las mujeres, avalada por Nobel
Según el testamento de Alfred Nobel, el Premio Nobel de la Paz es entregado en Oslo unas horas antes que en Estocolmo. En la capital noruega recibieron el galardón la presidenta liberiana, Ellen Johnson Sirleaf, y las activistas Leymah Gbowee, de Liberia, y Tawakkul Karman, de Yemen, distinguidas todas "por su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y sus derechos", según el fallo del Comité Nobel noruego.
En su discurso, Sirleaf señaló que el Nobel de la Paz debe servir como plataforma a todas sus "hermanas", al margen de su nacionalidad, religión o raza y mostró su "esperanza" y "optimismo" por el futuro, si bien recordó que hay "enormes retos" y que "en muchas partes del mundo hay crímenes contra las mujeres de los que no se habla".
Johnson Sirleaf, de 72 años, accedió al poder tras ganar las elecciones de noviembre de 2005, convirtiéndose en la primera presidenta africana elegida de forma democrática. Su premio estuvo rodeado de polémica, ya que fue anunciado públicamente días antes de que se celebraran los comicios en Liberia.
El jefe del Comité Nobel noruego, Thorbjørn Jagland, resaltó en su discurso que no se puede lograr ni paz ni democracia duraderas "a menos que las mujeres logren las mismas oportunidades que los hombres para influir en el desarrollo de la sociedad a todos los niveles".
Cinco nobel piden liberar al nobel de la Paz y opositor chino
Un año después de la concesión del Premio Nobel de la Paz 2010 al disidente chino Liu Xiaobo, otros cinco galardonados y grupos de derechos humanos pidieron a Pekín que lo libere junto con su su esposa. Los firmantes de la petición -los nobel Shirin Ebadi, Jody Williams, Mairead Maguire, Betty Williams y Desmond Tutu- recuerdan que "la comunidad internacional parece haber olvidado un año después de la ceremonia que Liu Xiaobo permanece en prisión en China en duras condiciones", tratándose del "único nobel que hoy permanece encarcelado". Entre los grupos que piden este sábado la liberación de Liu se encuentra Human Rights Watch, Amnistía Internacional, entre otros.