Sociedad
Lucha contra la infertilidad, ¿un desafío científico o económico?
Según la Organización Mundial de la Salud, la infertilidad afecta a una de cada seis parejas. Sin embargo, la mayoría no puede acceder a los tratamientos necesarios debido a su alto costo.
"Yo era consciente de que iba pasando el tiempo, pero recién estaba con mi marido viviendo juntos, la situación económica no estaba del todo buena y dijimos, bueno vamos a esperar un rato. Total, siempre dicen que se complica recién después de los 40. Pero la realidad es que no…", comenta Gisela de Anton, una de las pacientes sometidas a tratamientos por infertilidad. Tiene 40 años y desde hace 6 lucha contra la biología para cumplir su mayor sueño: ser mamá, a pesar de todo.
La falta de medios económicos la obligó a batallar más de lo que esperaba. Organizó una rifa entre sus amigos para reunir fondos, pidió dinero prestado a sus familiares y terminó acudiendo a la justicia para que su obra social se hiciera cargo de los costos, recibiendo un fallo favorable.
Su historia y la de su pareja es un caso de infertilidad más de los que, según estadísticas extraoficiales, alcanzan entre un 10 y un 15% en Argentina. Se trata de casos en los que la ciencia acaba siendo la única esperanza. Según los especialistas en la materia, precisamente el conocimiento de esos adelantos científicos contribuyen al retraso en las consultas.
"Es una tendencia mundial. Lo que es la postergación de la maternidad, e inclusive esto, viene ligado a un aumento progresivo de determinados tratamientos que tienen que ver con este problema, como es la donación de óvulos", explica Gabriel Fiszbajn, médico especialista en Reproducción Humana.
Ese es el método que más ha crecido. Según los datos de los centros de fertilización, el implante de óvulos donados por mujeres jóvenes en aquellas que sufren de infertilidad por edad se duplicó en los últimos 10 años.
Los altos costos de los tratamientos son el principal problema, que un proyecto de ley sometido a consideración por el Senado argentino pretende ahora resolver. Una vez aprobado, el documento obligará a obras sociales, prepagas y hospitales a cubrir los respectivos tratamientos dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO). Sin embargo, los especialistas en el tema son escépticos ante algunos puntos fundamentales que no están debidamente explicados en la normativa.
"La ley lo único que reconoce es el acceso (gratuito) a los tratamientos para todas las personas. No se pueden poner requisitos ni de edad, ni de sexo, ni de elección sexual. Pero no se define a la infertilidad como enfermedad, no sabemos qué es lo que se va a cubrir y que es lo que no… porque todo eso queda librado luego a la reglamentación del Ministerio de Salud", detalla Guillermina Pieroni, abogada especialista en temas de fertilización.
A pesar de los detalles que quedan por resolver, quienes llevan adelante esta angustiosa lucha contra el tiempo coinciden en que la primera Ley Nacional de Fertilización será un gran paso adelante y un ejemplo a seguir para otros países de la región. Para Gisela representa, ante todo, la posibilidad de facilitar a otros el proceso que a ella tanto le costó y que espera finalizar exitosamente pronto en una sala de parto.
Además de los métodos que ya se practican, una reforma del Código Civil que el Gobierno espera aprobar antes de fin de año, contempla también la legalización del alquiler de vientres y la agilización del sistema de adopción que hoy requiere de trámites burocráticos interminables.
La falta de medios económicos la obligó a batallar más de lo que esperaba. Organizó una rifa entre sus amigos para reunir fondos, pidió dinero prestado a sus familiares y terminó acudiendo a la justicia para que su obra social se hiciera cargo de los costos, recibiendo un fallo favorable.
Su historia y la de su pareja es un caso de infertilidad más de los que, según estadísticas extraoficiales, alcanzan entre un 10 y un 15% en Argentina. Se trata de casos en los que la ciencia acaba siendo la única esperanza. Según los especialistas en la materia, precisamente el conocimiento de esos adelantos científicos contribuyen al retraso en las consultas.
"Es una tendencia mundial. Lo que es la postergación de la maternidad, e inclusive esto, viene ligado a un aumento progresivo de determinados tratamientos que tienen que ver con este problema, como es la donación de óvulos", explica Gabriel Fiszbajn, médico especialista en Reproducción Humana.
Ese es el método que más ha crecido. Según los datos de los centros de fertilización, el implante de óvulos donados por mujeres jóvenes en aquellas que sufren de infertilidad por edad se duplicó en los últimos 10 años.
Los altos costos de los tratamientos son el principal problema, que un proyecto de ley sometido a consideración por el Senado argentino pretende ahora resolver. Una vez aprobado, el documento obligará a obras sociales, prepagas y hospitales a cubrir los respectivos tratamientos dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO). Sin embargo, los especialistas en el tema son escépticos ante algunos puntos fundamentales que no están debidamente explicados en la normativa.
"La ley lo único que reconoce es el acceso (gratuito) a los tratamientos para todas las personas. No se pueden poner requisitos ni de edad, ni de sexo, ni de elección sexual. Pero no se define a la infertilidad como enfermedad, no sabemos qué es lo que se va a cubrir y que es lo que no… porque todo eso queda librado luego a la reglamentación del Ministerio de Salud", detalla Guillermina Pieroni, abogada especialista en temas de fertilización.
A pesar de los detalles que quedan por resolver, quienes llevan adelante esta angustiosa lucha contra el tiempo coinciden en que la primera Ley Nacional de Fertilización será un gran paso adelante y un ejemplo a seguir para otros países de la región. Para Gisela representa, ante todo, la posibilidad de facilitar a otros el proceso que a ella tanto le costó y que espera finalizar exitosamente pronto en una sala de parto.
Además de los métodos que ya se practican, una reforma del Código Civil que el Gobierno espera aprobar antes de fin de año, contempla también la legalización del alquiler de vientres y la agilización del sistema de adopción que hoy requiere de trámites burocráticos interminables.
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