El alcalde de Nueva York, Eric Adams, celebrando el pasado miércoles una gran victoria en su lucha contra la marihuana ilegal, utilizó una grúa para trasladar más de cuatro toneladas de cannabis y productos derivados de este a una incineradora para su destrucción. Poco antes de la eliminación del material incautado, Adams tuvo un gesto particular: cogió una de las bolsas de cannabis y la olió durante unos segundos.